En tu boda

Por: Mariam -> ¡Visita mi BLOG! para leer más artículos sobre parejas, familia, hijos y consejos GRATIS

A continuación expondré un texto de Zenaida Baccardí de Argamasilla:”En tu boda”. Es Excelente, y no solo se aplica a las novias sino también a parejas que piensan casarse o que ya están casadas para mejorar su matrimonio.

“Hoy para tí es un día grandioso, memorable. Día de fantasías, esperanzas y promesas. Pero el matrimonio no es el hoy de los besos: es el quehacer de toda la vida.

El matrimonio no es el momento de recibir el sacramento. Es irse casando un poquito todos los días, para mantener caliente el nido.

El matrimonio no elimina las cruces; pero da nuevos elementos para poder cargarlas.

El matrimonio no se da consolidado. Se hace día a día y poco a poco, hasta que se va fundiendo en una sola pieza, que llegas a conocer como a tí misma.

El matrimonio no es una cadena pesada que se arrastra. Son dos eslabones que entre lágrimas y besos, se aprietan para prometer en el altar estar juntos hasta la muerte…

El matrimonio no es rutina, costumbre, mediocridad. Es aliciente, estímulo y asombro.

El matrimonio no es una planta donde están aseguradas todas las rosas. Estas nacen y mueren todos los días. Lo importante es que la siembra no se paralice dejando huecos vacíos, espacios sin abonar y ¡tramos sin cultivo!

El matrimonio no es una copa siempre llena. Tiene sus altas y sus bajas, como las mareas. Sus estaciones rebosantes y otras con el licor a medio llenar. El arte consiste en manejarlo de manera que sea suficiente para nutrirnos, sostenernos y hacernos dichosos…

El matrimonio no es solo pasión encendida. Es el medidor de todos los días. No es la luna de miel y el viaje de bodas. Es el goce fatigoso de acoplarse a un mismo molde, coserse a un mismo patrón y tratar de llegar a una misma orilla.

El matrimonio no es un círculo cerrado que te oscurece el mundo, ni un enlace de deberes que te aprisiona; sino que tiene, por el contrario, todas las lamparitas del amor encendidas, y siempre encuentras la que necesitas para iluminar la vida y calentar el corazón.

El matrimonio eres tú, con un rosario de perdones, quitando cicatrices, poniendo besos ¡y arrancando espinas!

Eres tú, con otro voltaje, con otra dirección y otra pupila. Eres tú, con otra interpretación de la vida ¡y otra clave para vivirla!

Son ustedes dos, apretándose las manos, poniendo el alma ¡y regalándose la vida!”.

Ojalá esta vida regalada con tanto amor pueda florecer en hijos que hagan más fecunda la entrega y más bello el existir”.

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